Caracteristicas de un cerebro con inteligencia
La inteligencia es uno de esos términos que aun se encuentran en un área gris y borrosa del entendimiento común, y ciertamente ha generado innumerables investigaciones que han tratado de cubrir distintas áreas de interés y conocimiento.
Sin embargo, una de las preguntas que con más frecuencia se quedan sobre la mesa es “¿cuales son las características que ostentan los cerebros de las personas que son consideradas con una mayor inteligencia y cómo esos rasgos podrían modificarse con el paso del tiempo?“
Recientemente y durante este año, la revista Cerebral Cortex publicó un estudio realizado por el Dr. Hugo G. Schnack y un equipo de trabajo amplio.
Este experimento tuvo la participación de más de 500 personas cuyas edades oscilaban entre los 9 y los 60 años de edad.
A este grupo de personas se les realizaron tests de inteligencia con distintas versiones utilizando para su calificación la escala de inteligencia de Wechsler para niños y adultos.
Igualmente, se realizaron pruebas de resonancia magnética, una al momento en que el estudio estaba iniciando y otra más en una etapa posterior con una distancia de tiempo entre prueba y prueba que varió de 1.75 a los 7.6 años.
Durante el estudio, los autores analizaron la relación de los cocientes de inteligencia obtenidos por los participantes y se buscaron obtener 2 métricas específicas:
1) El grosor de la corteza cerebral, y
2) La superficie de la corteza cerebral.
Al llegar los resultados, se encontró que:
- Los niños de 10 años que tenían una mayor inteligencia contaban con un grosor ligeramente menor de la corteza cerebral que aquellos menos inteligentes, y esta relación se volvía más fuerte con la edad hasta llegar a los 42 años.
- Alrededor de los 40 años, una mayor inteligencia se asociaba con un grosor de la corteza cerebral más grande.
- A los 10 años, los niños con mayor inteligencia tenian una mayor superficie cortical, y esa superficie continuaba en crecimiento hasta alcanzar su máximo en la adolescencia.
Los autores concluyeron que la inteligencia podría depender de la magnitud y la temporalidad de los cambios que tienen lugar en la estructura cerebral durante el desarrollo, más que de la propia estructura del cerebro.
Además, el cerebro nunca está terminado.
Esto nos permite entender que siempre está presente la posibilidad de desarrollar nuestras capacidades y modificar nuestros cerebros gracias a la experiencia, los hábitos y los cambios constantes que tengamos en nuestras vidas.
Si el cerebro fuera un músculo, sería el único que te responde a cualquier edad de tu vida. Puedes ejercitar el cerebro con mayor éxito en cualquier momento, aunque eso si, cuanto antes, mejor.
Trabaja siempre por tener un cerebro mejor.